Los fines de semana largos en Argentina son una oportunidad para el turismo, pero también traen consigo un impacto económico importante. En 2024, los cinco fines de semana XXL transcurridos hasta octubre representaron una pérdida estimada en U$D 2.600 millones para la economía del país, según datos del Instituto de Economía (INECO) de UADE. Aunque esta política busca fomentar el turismo interno, sus efectos negativos sobre sectores productivos como la industria, la construcción y los servicios esenciales como la educación y la salud son significativos.

El turismo en la teoría se ve beneficiado, ya que estos días extra generan actividad en destinos fuera de temporada, lo que ayuda a combatir la estacionalidad y crea empleos. Sin embargo, surgen otras cuestiones no tan evidentes a contemplar.

La primera conclusión importante del INECO es que otros sectores productivos se ven obligados a detener su actividad, afrontando costos adicionales, como el pago de jornales por los días feriados. Para industrias como la manufacturera y la construcción, estas pérdidas son difíciles de recuperar, lo que genera una desaceleración en la producción.

El segundo aspecto es que, en general, las economías de las familias no están preparadas para solventar costos de tantos viajes por lo que, en definitiva, la promoción de feriados no siempre termina de ser la mejor opción para promover el turismo. Según el Índice de Poder de Viaje (IPV), una familia tipo necesita aproximadamente un sueldo entero para un viaje corto a destinos como Mar del Plata o Iguazú durante un finde largo, y hasta un sueldo y medio para destinos más alejados como Bariloche. En un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo -el salario real ha caído un 7% desde enero de 2023-, resulta difícil para muchas familias poder disfrutar de estos días fuera de casa.

Una encuesta realizada por UADE en septiembre de 2024 reveló que más de la mitad de los encuestados no viajó en ninguno de los fines de semana largos del año, y solo el 4% lo hizo en todos. Esto resalta que, pese a la política de promoción turística, una gran parte de la población no logra aprovechar estos feriados para viajar.

Si bien los feriados XXL parecería ayudar a mover la economía en las ciudades turísticas, su impacto negativo en los sectores productivos y el impacto relativo en el turismo, en la medida que los días libres no son condición suficiente para que las familias puedan realizar viajes, plantea la necesidad de revisar esta estrategia.

Una alternativa que se plantea en el informe es elevar el posicionamiento de nuestro país como destino turístico, mejorando la infraestructura y los servicios atractivos para el turismo extranjero, y reducir la cantidad de feriados puente, favoreciendo el turismo en temporadas altas como Carnaval y Semana Santa. Además, se sugiere reducir los costos de traslado (en línea con la propuesta de desregulación del transporte de corta y larga distancia) y hotelería, brindando mejores opciones de acceso a los destinos turísticos, tanto por tierra como por aire. También, se podría ofrecer cuentas financieras que permitan acceder a un tipo de cambio beneficioso (como medida previa a una ideal unificación cambiaria con salida del cepo), complementado con la devolución de impuestos, como el IVA, para aquellos que visitan nuestro país.

La conclusión del informe es si la Argentina no debe plantearse otras formas de desarrollo para la promoción turística, evitando la proliferación de feriados que pueden perjudicar severamente el desarrollo económico del país y que, además, no terminan de darle el impulso apropiado al turismo.

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